El regalo de San Valentín ideal lo tiene Cartier
El regalo de San Valentín, la fecha del amor. Este año el amor se vio mas reflejado en uno mismo que en el amor en pareja. Pero por suerte las grandes marcas que apostaron en el amor en pareja para sus campañas, lograron demostrar diversidad. Lo cual no es un detalle menor. Mas allá de si su repercusión fue positiva o negativa lo bueno e importante es que se expuso y se charló del tema. Vogue Hommes también demostró su postura de diversidad con sus posteos en su cuenta oficial de Instagram (@voguehommes). Lo que sí es una realidad universal más allá de la pareja que tengas, es el vínculo que se maneja. Tan duradero y firme pero a su vez tan frágil y débil.
Las redes nos demuestran todas las facetas del amor. Hoy vivimos en un mundo líquido tal cual lo expresa mi gran maestro referente, Zigmunt Bauman. Habla de un amor líquido donde reina la fragilidad de los vínculos humanos. Vínculos fugaces que tienen la lógica de ser desechables. Un mundo donde las relaciones se acaban con un simple bloqueo en redes, y donde el “felices para siempre” tiene una fecha de caducidad anticipada. Es como si viviéramos insertos en el capitulo “Hang the Dj” de Black Mirror (cap. 4, temp. 4)
Siempre hablo del amor de mis abuelos, 68 años juntos festejarían este 11 de abril. Ese amor tan irrompible, que todo lo tolera con tal de mantener la familia unida. Hoy creo que nadie ni siquiera se quiere imaginar tantos años a lado de la misma persona, y ojo, esto no quiere decir que no se amen. El miedo al compromiso es una pandemia que sufre nuestra sociedad ya hace mucho tiempo. Las parejas elijen adoptar una mascota juntos, en vez pensar en tener un hijo y el irse a vivir juntos en vez de fortalecer, rompe.
Para este tipo de sociedad es perfecta como regalo de San Valentín “The love bracelet” de Cartier. Fue como si el señor Bauman haya hecho una colaboración con el diseñador italiano Aldo Cipullo y la marca para crear esta pieza de joyería tan hermosa. Este brazalete tan compartible en redes, que a simple vista parece para siempre pero muy fácilmente se puede quitar, es el “símbolo universal del amor” mas exclusivo y lujoso que existe. 50 años después sigue siendo uno de los artículos de diseño más vendidos de la marca, usado por las celebrities e influencers mundiales, hasta la realeza. En 2020 los Duques de Sussex mostraron las suyas en un video para la revista TIME. En 2016 fue la joya concreta que más veces fue googleada, con 350.000 búsquedas al mes.
El brazalete Cartier fue diseñado en Nueva York en el año 1969 inspirado en los cinturones de castidad de la edad media, bajo el lema “Lock your love”, que significa, cerrar con llave tu amor. La simbología detrás de “cerrar con llave” el amor “para siempre” es una romanización del amor que ya es un ritual que se da en diversos puntos del mundo. Un ejemplo emblemático es el Pont des Arts en París, sobre el rio Sena. El puente de metal donde a partir de 2008, las parejas llevaban candados con sus iniciales y se declaraban su amor eterno. Este puente ha sido estrella en clásicos de la moda como Sex and the City, Devil wears Prada y Gossip Girls.
La historia detrás de este brazalete tan particular es que se puede colocar y quitar –solamente- con un destornillador de oro especial. Dando a entender una unión permanente, o por lo menos, semipermanente. Muchos la señalan como “las esposas modernas”, sugiriendo calidad duradera. Cuando recién se lanzó sólo era para parejas, y no para cualquier pareja, sino para las de alto estatus como lo era Elizabeth Taylor y Richard Burton. Lo tragicómico de todo esto es que en el mayor momento de popularidad del brazalete muchos hospitales de Nueva York tenían que tener estos destornilladores especiales por si algún paciente era llevado de urgencias y había que removerlas.
Más allá de nuestro estado civil, género o estilo personal, todos queremos una. Hoy la marca ha creado diversos estilos y modelos para que cada persona encuentre su mejor opción. La marca cuenta 42 modelos de “The Love Bracelet” en su página oficial, los precios oscilan entre los $1,260 dólares a los $59,000 dólares.
¿Será una inversión excesiva de dinero para un regalo de San Valentín la nueva manifestación de amor verdadero para nuestra sociedad actual?
