El fashion renting puede ser la tendencia que necesita la moda
La industria de la moda está cada época creando modelos de negocios que satisfagan las nuevas necesidades del consumidor. Ante el boom que ha tenido el tema de la sostenibilidad, el modelo del alquiler de moda surge como una posible solución a la sobreproducción y el hiperconsumo.
¿Puede el fashion renting reducir el impacto que provoca el sistema de la moda? Según la ONU, 20% del desperdicio total de agua a nivel global lo genera esta industria, y la producción de ropa y calzado produce el 8% de los gases de efecto invernadero. Estas son cifras de 2019.
En nuestro perfil de Instagram, te contamos sobre el calendario de la moda, y, si te das cuenta, en todo este maratón de pasarelas que se repite año con año, se produce una vorágine de producción que no siempre equipara a la vorágine del consumo.
Si bien es cierto que el proceso de buying para las marcas es algo extremadamente complejo en un mundo digital, todos los productos que no logran venderse por un fallo en la estrategia de compra o venta no siempre tienen un destino fijo. ¿Sabes dónde terminan los jeans o t-shirts que tu marca favorita no logra vender en descuentos? Hemos visto casos de marcas que incluso queman sus sobrantes con tal de no poner nada en rebajas o liquidaciones, para conservar la imagen de lujo que la firma sostiene (como el caso de Burberry quemando mercancía con valor de casi 38 millones de dólares, que afortunadamente detuvo esta política en 2018).
En palabras de los expertos
El fashion renting ¿cómo funciona?
Ante esta situación, y en un afán de mitigar el impacto ambiental que la industria de la moda tiene, surge hace 10 años el renting, una tendencia que nació con un consumidor específico en la mira, pero que al día de hoy varios medios y especialistas en el sector voltean a ver como el futuro de los negocios en la moda.
El renting tiene distintas modalidades. Los precursores de este modelo de negocio, Rent the Runway, manejan una suscripción mensual que incluye varias opciones de prendas y accesorios con un límite de hasta 4 artículos por ocasión. En esta modalidad, varias marcas se asocian con la plataforma y ponen a su disposición varias piezas en distintas tallas, así las suscriptoras pueden escoger las prendas que quieran, del diseñador que quieran, y recibirlas donde ellas pidan.
Plataformas con un modus operandi similar dan, por más o menos dinero, la oportunidad de rentar un número específico de prendas al mes, aunque todas permiten escoger lo que se alquilará. Chavie Lieber, periodista de moda, en un reportaje para The Bussiness of Fashion, prueba 5 plataformas de este tipo; su veredicto final, más allá de todas las problemáticas (cargos extraños, devoluciones complicada, no encontrar su talla o su estilo) y las ventajas (envío y devolución gratis, posibilidad de experimentar con tu propio estilo, no tener que comprar algo para un evento importante que probablemente no vuelvas a usar), fue sentir que su experimento con las plataformas la dejaba queriendo ir de compras, pues las opciones no siempre la satifacían en tallas y variedad de estilos para sus gustos.
Como podemos ver, incluso donde esta tendencia empezó, aún hay detalles a resolver.
Por otro lado, tenemos las colecciones que las marcas crean exclusivamente para renta, como el caso del año pasado: Levi’s x Gianni, una cápsula exclusiva en colaboración. Hecha 100% reciclando modelos vintage de la marca, podías tenerlas hasta por 3 semanas y te lo enviaban en empaques reusables. Ellos se encargaban del lavado, que también es un factor de cuidado en la renta de moda.
Pagar por ropa usada y otros prejuicios que afectan la renta de moda
Rosalina Villanueva, analista de tendencias en WSGN nos dijo en una entrevista que hay una especie de sentimiento negativo hacia el usar algo que esté usado, de segunda vida. Aunque una vez que se analiza la razón de fondo, la mentalidad puede cambiar. Ella se daba cuenta cuando alguien estrenaba ropa todos los días, de diferentes estilos, pero en su experiencia, “la gente nunca lo dice (que está haciendo fashon renting)”.
“Es una manera de pensar que sí es disruptiva pero siento que sí te ofrece una solución al espacio, al desperdicio que puede crear que compres y compres ropa”. Tomando en cuenta que no siempre nos ponemos todo, afirmó la analista de tendencias en exclusiva para Marketing a la Moda, el fashion renting es una idea inteligente, que “podría llamar mucho la atención en México en un determinado momento”. Esto nos lo comentaba haciendo referencia a la situación que se vive en ciudades como la capital mexicana, comparándola con cómo lo vive ella ahora en Nueva York; es decir, espacios de vivienda cada vez más reducidos. “Puede que vivas en un espacio amplio pero esa no es la realidad a futuro, el fashion renting representa una manera de probar diferentes estilos sin necesidad de meter algo a tu armario”, aventuró Rosalina.
“Siento que vas a tener cosas distintas, puedes probarlo y 200 USD en una ciudad como Nueva York te los gastas en una prenda de una sola vez”. Concluyó diciendo que la idea representaba tener un guardarropa completo, no tener cosas en tu casa. ¿Será que la alternativa en México es crear un modelo de negocio donde la suscripción mensual valga lo que una prenda de diseñador, dando la posibilidad de por ese precio rentar prendas varias veces al mes? Habría que, además, gestionar en un modelo de negocio así los gastos de envío y los costos de adquisición de cliente (cuánto nos cuesta conseguir un cliente en términos de estrategia de promoción).
Sobre las generaciones susceptibles, la experta manifestó que las más jóvenes tienen más sencillo aceptar algo así, por lo que en un futuro este mercado evolucionará hacia una mayor variedad de opciones, como lo hizo en Estados Unidos. Hoy en Latinoamérica, vemos una generación Z y Alpha increíblemente sensibles al precio, pero también al impacto que tienen sus compras en el mundo en el que viven.
Casos vigentes de fashion renting 2020
En México la industria del renting suele orientarse sólo a vestidos o atuendos para ocasiones especiales, hay dos o tres marcas que te lo envían a tu casa y funcionan online. El resto sigue funcionando de manera presencial. No existe un modelo de negocios parecido a Rent the Runway, ¿se imaginan una propuesta de ese tipo con ropa de diseñadores o marcas mexicanas?
Con propuestas de diseñador y marcas de lujo internacionales, Del Desfile tiene showroom en México y también maneja envíos. El mismo concepto maneja Conspiración Moda y Retop. Este último portal renta ropa de diseñador y puedes rentar o animarte a comprar la prenda, tienen prendas en precio de venta hasta de 50 mil pesos mexicanos (2500 USD aproximadamente). A diferencia de los dos primeros, Retop se parece más a los modelos de renta que te mencionamos al principio, pues con una Retop Card puedes rentar desde 2 prendas hasta 8 prendas. Eso sí, la renta con ellos es por 4 días.
Si buscas una opción con precios que inicien más abajo, está lendthetrend.mx, que te manda dos vestidos o enterizos (un vestido en dos tallas diferentes o 2 vestidos diferentes en la misma talla) para que los uses por un periodo de 4 u 8 días. Las rentas empiezan en 700 pesos mexicanos y hay infinidad de opciones por debajo de los 1000 pesos.
“El servicio de renta aporta desde estas plataformas, una oportunidad de vestir diferente en cada evento” nos dijo Ale Farfán, coach experta en negocios de moda. En el caso de Retop, por ejemplo, nos permite usar “alguna prenda de diseñador que quizá sería difícil de adquirir de otra manera, cuidando nuestra economía y, sobre todo, el planeta”.
Farfán habla de un consumidor más sensible, que entiende la situación que el mundo atraviesa, como el descuido al medio ambiente y en especial “la economía enfocada al fast fashion”. El fashion renting ha tenido mayor aceptación en nuestro país estos últimos años, “pues se han ido disolviendo poco a poco los tabúes que estaban a su alrededor”, concluye Alejandra para Marketing a la Moda.
¿Y en Latinoamérica?
A principios de 2020, en un panel de expertos del sector que Vogue Latinoamérica reunió para conversar sobre el futuro de la moda, Sara Galindo (ex editora de ELLE México que actualmente tiene varias firmas de moda) comentó que en su opinión el pre-owned tomaría bastante fuerza, “ya no tener que comprar, si no poder rentar, va a ser el negocio del futuro”, decía Sara. Más inteligencia y conciencia a la hora de consumir es lo que ella augura para nosotros como compradores.
Ella hablaba de otras tendencias que se venían como el back to basics, la preferencia por lo atemporal y lo unisex, cElla hablaba de otras tendencias que se venían como el back to basics, la preferencia por lo atemporal y lo unisex, cosas que ya vamos viendo tomar terreno en las calles. ¿Será que el latinoamericano podrá diseñar un modelo de negocio para el fashion renting en nuestros países?
Compitiendo indirectamente contra bazares, tianguis, mercados de pulgas y de segunda mano, este modelo de negocio todavía tiene un largo camino por recorrer. Esperamos pronto avanzar hacia una renta de moda que se enfoque en el consumo local y regional, pues, percibido ya por varios después de la pandemia, la sostenibilidad en la moda latinoamericana también involucra consumir y producir local.