Relaciones públicas vs. publicidad en la moda
Las relaciones públicas las entendemos como
la actividad profesional que se ocupa de promover o prestigiar la imagen pública de una empresa o de una persona mediante el trato personal con diferentes persones o entidades.
Mientras que la publicidad puede verse en concreto como
la divulgación o difusión de información o ideas, con la intención de que alguien actúe de determinada manera, piense según unas ideas o adquiera un determinado producto.
Para marcar la diferencia entre ambas, vamos a hablar rápidamente de características de una y de la otra.
Las relaciones públicas
En cuanto a estas, no hay un control como tal, no podemos controlar lo que un instagrammer o un blogger (entra en este post para saber cómo escoger a la figura pública que quieres que hable de tu marca) va a decir de nuestro producto, porque no le estamos pagando para eso. Esta persona está dando su opinión. No podemos caer nunca en el error de pensar que podemos pagar o comprar una opinión.
Sin embargo, el punto de las menciones conseguidas por relaciones públicas, es que poseen mucha más credibilidad que la publicidad, pues dejan ver una opinión y no un discurso pagado.
Por otro lado, la ventaja de las relaciones públicas es que las conseguimos precisamente haciendo relaciones públicas, válgame la redundancia. Estas no se pagan, ni implican un contrato. Nos acercamos al influencer en cuestión, por ejemplo, y le contamos sobre nuestro producto o servicio. Otra manera también puede ser enviar una muestra del bien que queremos dar a conocer.
Hablando de “regalos”, haremos un post sobre puntos que tenemos que considerar cuando los hacemos en este sentido, de dar a conocer una marca o producto, queriendo que el afectado hable de nosotros.
Publicidad
Del otro lado de la moneda, tenemos la pauta o publicidad. Puede contratarse con un medio masivo, como una revista o una página web, o con una figura pública, como un vlogger, instagrammer o blogger. La publicidad, a diferencia de una mención lograda por medio de relaciones públicas, se paga y tiene un contrato estipulado por ambas partes.
Aquí como marca podemos resguardarnos bajo la idea de “el medio me necesita”, pues sabemos que los medios masivos viven de la publicidad que se les compra. Con todo esto, tenemos presente que no importa con quién se contrate, las cláusulas rezan incluso el discurso o el guión en el que éste se basará.
No es una opinión, es una mención pagada, por lo que podemos controlarla.
Conclusión
Dependiendo de las intenciones que tenga nuestra campaña, podemos arriesgarnos con una u otra opción. Si lo que queremos persigue la confianza del usuario, es mejor optar por una mención que involucre una opinión. Si queremos dar a conocer el producto, la publicidad es una buena alternativa.
La elección entre si te toca hacer publicidad o relaciones públicas, también depende de tu presupuesto. Por ejemplo, si eres una marca pequeña o un emprendedor que apenas comienza, yo te recomendaría apostar por unas relaciones públicas estratégicas.