Mujeres en cargos de poder: ¿qué pasó con la primera ministra de Finlandia

It’s a man’s, man’s world

Canción de James Brown, 1968

Esta semana la primera ministra de Finlandia salió espléndida en la portada de Trendi Magazine siendo reconocida por ser la primera ministra más joven de la historia cuando asumió con 34 años, y charlando sobre su experiencia liderando a un país en medio de una pandemia. Pero sorpresivamente (o no tanto) el enfoque no fue este, sino su escote.

La jefa de estado de uno de los 7 países que mejor enfrentó el Coronavirus

Miro una y otra vez la portada y yo solo me puedo cuestionar de qué diseñador es su blazer. ¿Qué es lo que tanto le asusta a la sociedad de esta portada? ¿Será la pose, el escote, la falta de prendas debajo del blazer, que una primera ministra salga en la portada de una editorial de moda o que una mujer sea primera ministra de un país como Finlandia? Todos estos factores fueron reclamos de los críticos de la ‘portada’ (la foto estaba dentro de la revista, acompañando a la entrevista, no en la portada, como señalaban bastantes medios).

La revista de lifestyle de Finlandia que provocó un debate revelador de la realidad mundial

La moda es un reflejo fiel de lo que ocurre en nuestro entorno. ¿Has notado cómo algunas sociedades tendemos a quitarle valor a la mujer en el ámbito laboral, sobreestimando al hombre al igual que a su rendimiento? Hablar de mujeres y poder es complicado, y más si le sumamos la moda. Se nos convierte en una triangulación peligrosa. El mundo de la moda se ve a ojos externos como un mundo fabuloso dominado por mujeres, de cuerpos hegemónicos y marcas de lujo. Basta con asistir a un curso o formación de moda para suponer esto.

Pero déjenme contarles que no hay nada más errado que esto. Un estudio publicado por Price Waterhouse Cooper llamado “Unraveilng the Fabric Ceiling”, en base a la lista de FORTUNE 500 de empresas de EE. UU en 2019, deja expuesta la falta de mujeres al mando de empresas de moda. Sólo el 26 % llegan a ser miembros de junta, mientras que apenas el 12,5% tienen cargos como CEO’s. ¿Sabías, además, que de todo el vecnture capital que se levanta para fondear empresas, sólo el 2.2% en 2018 correspondió a empresas fundadas por mujeres? No es una lucha que busque desplazar a los hombres, por el contrario, invitamos a reflexionar sobre la inclusión desde un punto de vista justo y en condiciones no dispares.

¿La buena noticia? Actualmente hay un incremento en las cifras y para 2030, Erwan Rambourg en su libro Future Luxe, prevé un entorno en el que la ocupación de cargos directivos por parte del sexo femenino pase de un 12.5% actual a un 25%. La mujer está en un momento donde prioriza su formación y perfeccionamiento profesional, se crean espacios poco a poco hablando de seguridad y confianza para la emprendedora o para las mujeres con cargos directivos en proyectos o empresas. Ellas mismas comienzan a reconocer las oportunidades que tienen.

Pero esto aún se ve afectado por la resistencia del hombre a ceder su cargo de poder. Ya hemos visto varios casos donde esta resistencia masculina al empoderamiento de la mujer adquiere formas y conductas violentas. 

Te dejamos en esta galería algunos de los titulares de la noticia. Debido a la polémica, la conversación terminó por enfocarse en un escote antes que en el triunfo que implicaba la trayectoria de Sanna Marin, siendo primera ministra de uno de los países que mejor enfrentó la pandemia en términos de salud y de políticas regulatorias.

Queda mucho por hacer en también en Latinoamérica

La realidad en el continente por suerte no carece totalmente de mujeres dirigentes, se hable de moda, educación o política. La lucha, la diversidad y las ganas de progresar nos destacan del resto de las regiones. Es un gran desafío por parte de las empresas y para los países ingeniar políticas públicas (o permitir e impulsar su desarrollo siquiera) que derriben ese pensamiento instalado tan fuertemente en nuestro subconsciente: la cultura del sexismo y los estereotipos de género. Incorporar a mujeres nos va a permitir abrir nuestras mentes a una nueva perspectiva de género en el desempeño de los cargos de poder.
Hablando de la industria de la moda o del mundo del marketing: la creatividad no depende del género, ni tampoco deberían los puestos laborales.