Slow fashion, ¿qué es?

La industria de la moda es quizá la más dinámica y cambiante. Ocurren tantos cambios con trasfondo social que hay varios estudios ocurriendo actualmente para estudiar estas tendencias y cambios que han surgido en los últimos años. Una de esas tendencias es el slow fashion.

Hablemos claro, la moda rápida está arrasando en todos lados, es una seña de identidad para varias cadenas de moda. Este fenómeno ha desencadenado una vorágine de consumo impresionante, una situación sin precedentes.

La desventaja de esto es el daño ambiental que ocasiona, puesto que las prendas con el bajo coste ofrecen la mayoría de las veces una vida útil bastante corta, con lo que en pocos meses nos vemos comprando una prenda para sustituir la que ya se nos rompió o desgastó. Es así que ante este problema surge la idea del slow fashion.

Pilares básicos del slow fashion

Desde una perspectiva de consumo, el slow fashion involucra una forma distinta de entender y de comprar moda. Es un nuevo enfoque, una nueva mentalidad relacionada con los conceptos de moda sostenible, consumo responsable, moda ética y ecodiseño. En torno al término, existen seis pilares básicos que sostienen la filosofía de esta tendencia.

-Apoyo a los productos artesanales: puesto que no están producidos en serie ni de manera industrial, el impacto por su fabricación no es negativo.

-El impulso de empresas de moda más pequeñas, locales y cercanas al consumidor: por lo general estas empresas ponen especial cuidado a la calidad antes que a la cantidad. Aquí podríamos poner el famoso #CompraLocal.

-El límite a la moda producida de forma masiva. Esto habla de reducir la compra en establecimientos y cadenas del fast fashion.

-La apuesta por prendas fabricadas con materiales sostenibles y ecológicos que cuiden el medio ambiente. Hoy en día las innovaciones en materiales hechos con productos reciclados o desechos van al mil por hora.

-La producción ética. Esto habla no sólo del respeto al medio ambiente, sino que incluye también el comercio justo.

-Concienciación y educación del consumidor. Esta es la parte más importante y difícil de trabajar a largo plazo. Se habla aquí de evitar el consumo compulsivo e irracional.

Ahora que te hemos contado sobre el slow fashion, cuéntanos, ¿tú qué sabías?