Sé que muchos de los que nos leen en Instagram quieren lanzar una marca, o tienen el sueño de tener un medio independiente en la industria de la moda, así que hoy, desde mi vulnerabilidad total, quise traerles estas lecciones que me dejó vivir el emprendimiento en 2020. ¿Las leerán hasta el final?
Cada que tenía juntas con la fashion tribe principal o la fashion tribe petite (es decir, el equipo de trabajo de Marketing a la Moda), les exponía ideas o planes que habían llevado horas frente a la computadora o horas de trabajo con la mentora. Llegó un momento en el que sentí que le estaba dando demasiado tiempo, y aguanté unas semanas así, hasta que comenzaron a verse resultados más palpables: gente que nos escribía al privado o en los comentarios, lo mucho que les estaba ayudando el contenido que posteábamos. Vas a tardar un poco, pero empezar sabiendo que será complicado, hará el camino más sencillo.
Si vieran los planes a mediano y largo plazo que tenemos enlistados todo el equipo, para la plataforma, no lo creerían. Además de las cosas que se me van ocurriendo todos los días, todo el tiempo estoy pensando qué más le hace falta a la industria, para a partir de ahí generar contenido o planes para Marketing a la Moda. 2020 me enseñó que es mejor ir asentando pocas cosas, que lanzar varias a la vez sin poder darles la atención que se merecen. Ve poco a poco, mejor calidad que cantidad.
Mi equipo principal está formado por chicas que están prendadas de la industria, estaban buscando un espacio donde practicar lo que habían estado aprendiendo y Marketing a la Moda se les cruzó en el camino. Algunas se acercaron a mí y a otras yo las busqué, y lo crean o no, la vibra que mantenemos en las juntas y en las planeaciones, me ayuda a mí a conservar el fuego de mi pasión por la industria, encendido. Va a haber momentos en los que parezca que no hay salida, justo en esos tener un equipo alineado en valores e intereses será clave para que tu proyecto se mantenga fuerte.
Este año, emprender me dió demasiada humildad, aprendí a dejar el orgullo de lado sabiendo que el fin era grande e involucraba una comunidad. No fue fácil, los que me conocen saben que soy una persona difícil de hacer cambiar de opinión (MUY difícil), pero Marketing a la Moda y el equipo detrás, me ayudó a aceptar la vulnerabilidad de no tener siempre todas las respuestas. Como mercadóloga, confirmé que siempre es mejor crear estrategias entre 2 o más personas, créeme cuando te digo que te evitarás topes con la pared si planeas acompañada.
Para mí el dinero nunca fue un fin cuando creé el blog, era (y sigue siendo) una manera de obligarme a estar informada de la industria. Conforme pasaron los meses y fui avanzando en el camino del emprendimiento, me di cuenta que ofrecer un contenido de valor, implicaba cierto compromiso con la comunidad que nos lee, pues ya les estábamos ayudando en sus proyectos personales o incluso en las marcas que ellos ya manejaban. Esto hizo que pensara en todos estos blogs que cierran porque de un momento a otro ya no pueden costear el tiempo que invierten.
Fue así como entre todas comenzamos a trabajar en un plan para volvernos rentables. Es un proceso a mediano plazo, por supuesto, pero tenemos claro que el fin es nunca dejar de aportarles valor ni de ofrecerles soluciones ingeniosas a nuestros seguidores.
Cuando lancé el podcast, esperaba que le sirviera a 4 o 5 personas, que no incluyeran a mi familia o amigos entre los que nos escuchasen. Lo mismo pasó con el blog, nunca empecé con una fijación en cuantas personas tenían que leerlo para que valiera la pena. Así que eso no me hizo ruido, prefería trabajar en cuantas personas guardarían un post de instagram, dándole valor, que en cuantos likes o alcance recibiría.
Fue una buena idea, trabajar más allá de tener como meta métricas infladas o que en realidad no me hablarían del impacto que generábamos en la comunidad. Hoy, con unas cuentas decenas de seguidores en el podcast y ya varios miles de lectores del blog al mes, te puedo asegurar que las comunidades grandes y fuertes, comenzaron como comunidades chiquitas y apasionadas.
No es rollo sin fondo, se los juro, cada que en formación emprendedora se habla del why o de la razón de ser de un emprendimiento, no puedes construir un imperio firme con base en métricas infladas o pura esperanza de utilidad. Piensa, ¿qué necesidades existen en la industria en la que quiero crecer? ¿qué está buscando mi seguidor, usuario, cliente potencial que no encuentra en la competencia?
En lo personal, mi experiencia con cómo el latino no tiene información contextualizada para la industria de la moda, y con la centralización de la formación en moda (negocios, tendencias, diseño, etcétera), me hizo pensar desde qué punto podía aportar yo a todo este caos funcional.
Hoy, cerrando 2020, veo que lo que me inspira de haber creado Marketing a la Moda, además de los comentarios que nos envían sobre el podcast o sobre los artículos y los posts, es saber que les estoy dando un espacio en la industria a 3 chicas, para que practiquen lo que ya saben y construyan también el alma de la plataforma. Eso es lo que más satisfacción me da como emprendedora, porque cuando empecé hace unos años en la industria, aprendí que una posición en un proyecto enfocado y con pasión detrás, no te lo ofrece cualquiera.
Revisen qué te inspira, te vas a caer varias veces, y necesitarás una estrellita que te ayude a querer levantar la cabeza una y otra vez.
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